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Antaño es una panadería artesanal en Armenia, ubicada en un lugar agradable y tranquilo del norte de la ciudad. El local es muy bonito y los detalles como el horno y la decoración estilo vintage combinan muy bien con la idea de negocio que proponen; sin embargo, hace un par de semanas fui con mi hermano y quedamos bastante decepcionados, pues habíamos visto las páginas de la panadería en Facebook y TripAdvisor y estábamos realmente emocionados por conocer en Armenia un lugar diferente donde -hipotéticamente- íbamos a encontrar panes de muy buena calidad y otras cosas deliciosas, pero cuando lo visitamos ese sábado a medio día nos encontramos con 1 solo tipo de pan: pan "de" uvas pasas que no sabía ni olía a uvas pasas (sólo tenía una que otra en la masa), 1 solo tipo de hojaldre: chicharrones de guayaba, y… unas almojábanas que más parecían arepas de queso :/Sin darle importancia a los estantes vacíos, decidimos probar el pan alcachofa "de" uvas pasas y comer también crepes en palito rellenos de pollo con champiñones y de brócoli con queso. El pan no estaba mal, aunque era de uvas pasas ausentes. El crepe de brócoli estaba delicioso, pero los champiñones del otro tenían un olor extraño, sin embargo, lo comimos. Al final, cuando las encargadas nos preguntaron qué tal nos fue con la comida, amablemente les comentamos que los champiñones olían raro, y como respuesta se pusieron a la defensiva y contestaron que "si los champiñones están blancos, están buenos; tienen que estar negros para estar dañados", además dijeron "compramos los champiñones hace día y medio". Dos observaciones al respecto: 1) el que hayan comprado los champiñones recientemente no significa que éstos estén frescos, que hayan mantenido la cadena de frío o que no hayan estado expuestos a algún tipo de contaminación (lo mismo vale para la cuestión del color blanco), y 2) al parecer en Antaño no saben que "el cliente siempre tiene la razón", y si alguien que es chef y catador de café -con el olfato suficientemente entrenado para percibir olores sutiles- dice que los champiñones tienen un olor extraño, por lo menos deberían considerarlo como una posibilidad. La decepción que nos llevamos por la panadería sin pan fue grande, pero lo que más nos preocupó de Antaño fueron los síntomas de intoxicación alimentaria experimentados tras comer ese crepe (afortunadamente la cantidad de champiñones ingerida fue mínima y la intoxicación no pasó a mayores). Sinceramente, espero que lo que nos sucedió a nosotros haya sido un evento aislado y que los demás clientes estén felices con el lugar, pero consideraba "justo y necesario" contar nuestra experiencia para que otros clientes potenciales -por lo menos- no se lleven una decepción tan grande como la nuestra. Lo que sí les recomendamos ampliamente es el helado de paila: ¡ese sí estaba buenísimo!